SMI - Servicio Médico Integral

En las épocas de calor, como lo son primavera y verano, que las temperaturas aumentan es importante mantenerse bien hidratado.

Ya sigamos con una rutina habitual o estemos disfrutando de unas merecidas vacaciones, hay hábitos que debemos mantener, para cuidar nuestra salud. Y uno de ellos es nuestra hidratación, es decir cuánto líquido tomamos. Y si no contamos con éste hábito es buen momento para trabajar en ello y así incorporarlo a nuestro día a día.

El agua, y más en épocas de calor, se pierde continuamente; la cantidad que perdemos depende de diferentes factores como nuestro tamaño corporal, de nuestra edad, nivel de actividad física, y ante estas situaciones, debe reponerse a través de bebidas y también de alimentos que contengan agua.
Con esto se logrará mantener una hidratación adecuada, evitando complicaciones en nuestra salud.

Una hidratación adecuada tiene múltiples beneficios para nuestro organismo, para el momento actual como a largo plazo.

Algunos de ellos son:
• Aumentar la resistencia física y mental
• Favorecer un buen funcionamiento del aparato digestivo, reduciendo el riesgo de estreñimiento.
• Ayuda cuidar la función renal y previene infecciones del tracto urinario.
• Permite mantener la piel sana, flexible y tersa.
• Ayuda a regular la temperatura corporal gracias al sudor.

La necesidad de realizar una adecuada hidratación es para todas las personas, pero debemos prestar mayor atención en aquellos grupos más vulnerables, como lo son los ancianos, niños y las personas que practican deporte.

¿Qué hacer para evitar la deshidratación?

1- Evitar tener sensación de sed. Si bien la sed es señal de que estamos necesitando ingerir líquidos, es mejor adelantarse a ella.
2- Consumir entre 2 a 2 ½ lts de líquido a diario, a través de líquidos y alimentos con alto contenido de agua como son las verduras y frutas.
3- En caso de practicar alguna actividad física, aunque sea de forma moderada, es importante realizar una hidratación antes, durante y después de su práctica.

Para que ésta habito no se torne monótono y ésta, una excusa para no hidratarnos, sumar aguas saborizadas naturales a nuestros días es una excelente opción.
Es importante definir a que hacemos referencia cuando decimos aguas saborizadas, ya que podemos confundirlas con las que se compran en los supermercados. El agua saborizada naturalmente es agua a la cual se le agregan trozos finos o grueso de frutas y/o verduras, hierbas y hielo.
No son bebidas que requieran azúcar ni otro endulzante, pero si se prefieren más dulces se les pueden agregar hojas frescas de stevia, stevia en sobres, algún edulcorante líquido. Es importante macerar para conseguir una concentración de sabor adecuada. Cuanto más tiempo esté macerando, más sabor tendrá.

Te proponemos algunas combinaciones para realizar éstas aguas saborizadas naturales.

- Limón y naranja
- Pomelo y menta
- Frutilla y albahaca
- Jengibre y limón
- Limón y albahaca
- Pepino, limón y menta