Prevención en Periodoncia
Dra. Gabriela González Murguiondo
Periodoncista
Odontóloga de SMI
La salud bucodental es fundamental para gozar de una buena salud y una buena calidad de vida.
Las enfermedades bucales no tratadas pueden tener un impacto negativo sobre la calidad de vida de las personas ya que pueden limitar a la misma en su capacidad de morder, masticar, sonreír y hablar, al tiempo que repercute en su bienestar general.
Las principales enfermedades que afectan las encías son la Gingivitis y la Periodontitis.
La gingivitis es una enfermedad bucal usualmente provocada por bacterias que generan inflamación de las encías.
Los signos más comunes de padecerla son: enrojecimiento, hinchazón y sangrado de las encías.
La gingivitis es una enfermedad reversible y evitable si se aplica una correcta higiene bucal.
La causa más frecuente es la presencia continua de un exceso de placa bacteriana sobre la misma.
¿Que es la Placa Bacteriana?
Es un deposito blando que forma una Bio- película que se adhiere a la superficie dentaria y otras superficies duras (incluyendo prótesis, restauraciones, implantes, etc.).
La misma está constituida en un 70% por micro organismos.
Se forma en pocas horas, varía de una persona a otra y se elimina principalmente con la higiene bucal.
Si se calcifica puede dar lugar a la aparición de sarro.
Si los microorganismos persisten mucho tiempo sobre la superficie dental, pueden causar caries, gingivitis y periodontitis (en una próxima edición desarrollaremos esta última).
¿Cómo prevenirlas?
La prevención es el mejor tratamiento y se puede alcanzar:
• Concurriendo a nuestro control odontológico con periodicidad.
• Tener el hábito de revisar nuestra boca como rutina verificando cambios, síntomas, como ser sangrado y enrojecimiento de la encía, sensibilidad dentaria, dolor al masticar, mal aliento, etc.
• Realizar una correcta higiene, utilizando cepillos adecuados de cerdas de preferencia blandas, pasta con flúor, hilo dental, enjuagues y otros implementos en caso de ser necesarios.
• NO FUMAR, este hábito aumenta la posibilidad de padecer estas enfermedades, entre otras, o de agravar las mismas.
La consulta periódica al odontólogo, más el correcto cuidado personal es la mejor prevención que podemos realizar.
