VACUNA HPV

Dra.Deborah Laufer
Ginecóloga

El Cáncer de cuello uterino constituye un problema trascendente para la salud en nuestro país y en el mundo.

Mundialmente muere una mujer cada dos minutos por cáncer de cuello uterino, y en Uruguay muere una mujer cada tres días por esta patología. Además es un cáncer que ocurre en mujeres jóvenes, muchas veces con hijos pequeños a su cargo.

En la actualidad es bien conocido, que existe un virus, denominado HPV (Virus del Papiloma Humano) que se encuentra presente en prácticamente el 100% del los tumores malignos de cuello uterino.

Este virus, se transmite por vía sexual e infecta el tejido que recubre el cuello del útero, ocasionando infecciones que son muy comunes, la mayoría de las cuales son transitorias, pero algunas de ellas ocasionan importantes distorsiones en el epitelio del cuello, que finalmente llevan a lesiones premalignas y malignas , es decir a cáncer de cuello de útero.

Las lesiones premalignas pueden diagnosticarse en el control ginecológico, con examen de Papanicolau y colposcopia. Estas son 100% curables, pero esto implica distintos tratamientos como cirugía, costos para el sistema de salud, además del costo social, emocional para la mujer que la presenta.

Cuando ya pasamos a la etapa de cáncer de cuello, éste puede diagnosticarse en distintos estadíos , algunos de los cuales son curables y otros no. Por supuesto en este caso los tratamientos quirúrgicos son mayores, con mayores complicaciones y eventuales secuelas, así como también los efectos secundarios conocidos de la radioterapia y quimioterapia.

Por tanto, todos los esfuerzos en Medicina, y no escapa de esto el cáncer de cuello, deben estar puestos en lo que se denomina prevención primaria, es decir, evitar que aparezca la enfermedad.

Para ello es necesario comprender que el cáncer de cuello, está como dijimos vinculado al HPV, y que éste se adquiere por vía sexual. Entonces el concepto importante es que al cáncer de cuello uterino debe considerarse una enfermedad de transmisión sexual.

Como infección de transmisión sexual tiene factores de riesgo como ser el inicio precoz de las relaciones sexuales, múltiples compañeros sexuales, no utilización de métodos de barrera, otras infecciones de transmisión sexual, primer embarazo en la adolescencia, múltiples embarazos, entre otros.

Existen también factores que colaboran a que una infección por HPV evolucione a un cáncer, como ser el hábito de fumar, o alteraciones en la inmunidad, por ello es que esta patología es más frecuente por ejemplo en pacientes portadores de HIV .

También la evolución de estas lesiones depende del virus en si mismo. Existen diferentes tipos de HPV (serotipos, que se designan con números ) , algunos de los cuales causan cáncer y se llaman oncogénicos (16,18,45, etc) y otros , no oncogénicos, que no evolucionan a la malignidad (6,11, etc)
Por todo esto podemos comprender que existen medidas muy importantes que pueden tenerse en cuenta en la prevención primaria, como ser la educación en salud sexual y reproductiva , el uso sistemático y adecuado de preservativo, el abandono del hábito tabáquico y el control ginecológico periódico que debe comenzar desde la adolescencia.


Asimismo, afortunadamente contamos con una herramienta más y muy importante para prevenir el cáncer de cuello como es la vacuna HPV
Esta vacuna, que surge para su aplicación en la clínica en el año 2007, es la primer vacuna que se conoce para prevenir un cáncer. Hasta el momento las vacunas conocidas eran para la prevención de infecciones.

Existen en nuestro medio dos vacunas disponibles, una de ellas, CervarixR, la otra GardasilR. . La cobertura de ambas vacunas es para 2 serotipos oncogénicos fundamentalmente (16 y 18) que son los responsables de aproximadamente el 70% de los canceres de cuello. GardasilR .cubre también los serotipos 6 y 11, por eso se la llama tetravalente, destacándose que estos serotipos son responsables de las verrugas genitales, que son lesiones benignas y nunca evolucionan al cáncer. Tienen además ciertas diferencias, con lo cual cada Ginecólogo recomendará en forma individualizada cuál administrarse a sus pacientes.

Como puede comprenderse la cobertura no es del 100%, pero alcanza cerca del 80-85% por cobertura de otros serotipos oncogénicos similares de HPV , en especial con CervarixR

La vía de administración es intramuscular, en el deltoides (brazo) y el esquema de administración es en 3 dosis en el lapso de 6 meses. No presenta efectos adversos importantes reportados hasta el momento y hay millones de jóvenes en Europa, Estados Unidos y América Latina que han recibido esta vacuna.

El momento para administrar la vacuna es a partir de 12 años y es recomendada hasta los 26 años, aunque en la actualidad hay trabajos que postulan su utilización hasta los 45 años. Sin duda las adolescentes y jóvenes deben ser nuestro objetivo con esta inmunización. El momento de la administración no tiene vinculación con la menarca (primer menstruación) y es ideal pero no excluyente que sea previo al inicio de las relaciones sexuales.

Si la joven ya ha iniciado sus relaciones sexuales será en el control ginecológico que se realicen los exámenes necesarios para evaluar si tiene o no HPV y si es aconsejable o no recibir la vacuna.

El uso de preservativo impide el contagio pero debe ser usado desde el inicio de la relación sexual, y en forma sistemática, ya que se destaca que este virus se transmite con el solo contacto piel a piel.

En cuanto a la duración de la inmunidad existen hoy trabajos con que demuestran su eficacia hasta 10 años, y los modelos matemáticos lo extienden a 20 años, pero es una vacuna muy reciente aún para saber si requerirá o no alguna dosis de refuerzo en el futuro. Asimismo se encuentran en etapa de investigación nuevas vacunas con cobertura para mayor numero de serotipos de HPV .

En nuestro país, en el momento actual, esta vacuna se administra en forma gratuita pero no obligatoria, a las adolescentes a los 12 años. Este es un momento óptimo porque es una edad que habitualmente no han iniciado las relaciones sexuales y que además reciben otras vacunas , lo que ofrece una oportunidad importante para que reciban la vacuna HPV. Se encuentra en valoración la inclusión de esta vacuna en el esquema obligatorio de inmunizaciones y además debería en un futuro estar disponible en forma igualitaria para todas las jóvenes uruguayas que deseen recibirla.

Sin embargo, el control ginecológico, la educación en salud sexual y reproductiva y el uso de métodos de barrera, junto con la realización de estudios de tamizaje para el cáncer de cuello como es el estudio de Papanicolau, no deben abandonarse. Todo esto, junto con la vacuna es lo que permitirá bajar en forma importante la incidencia de una enfermedad que causa tantas muertes y complicaciones en la salud en la salud de las mujeres en nuestro país.

Dra.Deborah Laufer
Ginecóloga

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