Viandas Escolares
María Fernanda Yozzi Laurino
Licenciada en Nutrición
Vuelven las clases y con ellas vuelven las viandas, algo en que los padres piensan mucho y no siempre es asunto fácil de resolver.
Al hablar de viandas escolares, se esta haciendo referencia a la alimentación que llevan muchos de nuestros hijos, por lo general de lunes a viernes, en el colegio. Por lo que es muy importante dedicarle unos minutos para su planificación y creatividad, ya que los niños y niñas tienen requerimientos nutricionales aumentados por encontrarse en la etapa de crecimiento, lo que le otorga mayor importancia al cumplimiento de éste tiempo de comida.
Las viandas son el reflejo de lo que se cocina y consume en el hogar.
Para lograr tener éxito con ellas, éstas deben ser prácticas, ricas y saludables, estar elaboradas con preparaciones que el niño/a suela comer en la casa, que sea algo que acostumbre comer, de su gusto y deberá estar bien presentada, para así asegurarnos que la consuman, no la tiren, ni la cambien por otros alimentos con sus compañeros. Es importante saber que raramente comen en la escuela lo que no aceptan en casa.
Si la alimentación en casa es saludable, no sería un problema el lograr llevar viandas saludables a la escuela y que estas sean aceptadas por los niños/as.
A la hora de planificar las viandas hay que ser creativos y ofrecer variedad de alimentos y de colores, evitando caer en la monotonía de preparaciones demasiado repetitivas.
Pero no solo la variedad, color, sabor, presentación entre otros anteriormente mencionados son los problemas que se nos presentan a la hora de planificar el almuerzo de nuestros niños/as, sino también la seguridad alimentaria, un aspecto que no podemos dejar de lado a la hora de pensar en ellas.
Para que sea una vianda segura debemos elaborar la comida con las máximas medida de higiene posible, como son:
• Lavar bien los alimentos como verduras, frutas.
• Cocinar bien las preparaciones.
• Enfriar rápidamente la comida y guardarla en la heladera hasta inmediatamente antes de salir a la escuela.
• Conservación: ver la posibilidad de mantener la vianda refrigerada en la escuela.
Veamos que alimentos no pueden faltar en las viandas de los chicos:
• Carne (se incluye carne vacuna, pollo, pescado) y Huevo: son fuentes de proteína y hierro. Las proteínas forman los músculos y todas las estructuras del cuerpo. El hierro es un mineral que participa en el trasporte de oxigeno a través de la sangre, para que a todos los tejidos les llegue oxigeno en forma suficiente y puedan funcionar bien.
• Verduras variadas tanto crudas como cocidas. Es muy importante que éstos estén presentes en la alimentación diaria de nuestros hijos ya que, además de aportar agua y fibra, son una excelente fuente de vitaminas, minerales y antioxidantes, que cumplen diferentes funciones indispensables en nuestro organismo.
La fibra contribuye al buen funcionamiento intestinal, y además, al exigir masticación otorga saciedad lo que permite que el niño/a se sienta más satisfecho/a, sin tener la necesidad de recurrir a alimentos no saludables ricos en azúcares y grasas.
• Cereales (arroz, polenta, pasta, fideos, papa, boniato, choclo, masa de tartas, de empanadas) y Leguminosas (lentejas, garbanzos, porotos, habas). Son todos alimentos fuente de energía.
• Aceite: se lo debe agregar en crudo a las preparaciones con verduras o cereales. Lo ideal sería trasportar el aceite en un frasquito de plástico con tapa segura, u optar por sachet individuales y así condimentar las ensaladas al momento de consumirlas. El aceite es fuente de grasas esenciales que nuestro cuerpo no las sintetiza pero si las necesita, por lo que las debemos aportar a través de la alimentación.
• Frutas para el postre: elegir las de estación, variándolas día a día, incluir la cascara cuando sea posible. Como las verduras, las frutas son excelentes fuentes de agua, fibra, vitaminas, minerales y antioxidantes.
Y para hidratarse siempre agua, evitando refrescos, jugos en polvo y caja por su alto contenido en azúcares, colorantes, conservantes que es preferibles evitarlos. Si estos son ingeridos en grandes cantidades pueden disminuir el apetito y como consecuencia se sustituyen grupos de alimentos anteriormente indicados, ricos en nutrientes necesarios para el adecuado crecimiento de nuestros chicos, por líquidos que aportan calorías con ningún nutriente.
Ejemplos de preparaciones ricas, sanas y prácticas:
• Todo tipo de tartas: de verduras, pollo, atún, ricotta, queso, etc.
• Empanadas de diferentes rellenos.
• Tortilla de papa, zapallitos ó espinaca.
• Arroz con pollo y verduras.
• Milanesa de carne, pollo o pescado con papas y boniatos al horno
• Bastoncitos de pollo rebozados con ensalada.
• Arroz o fideos primavera (mezclados con arvejas, zanahoria, huevo duro, tomate, trocitos de quesos).
• Omellette de huevo con queso y ensaladas.
• Pollo al horno con ensalada de papa y choclo.
• Pasta con salsa.
• Pastel de carne y papa con ensalada.
María Fernanda Yozzi Laurino
Licenciada en Nutrición